Poesies que m'agraden

 

Metamorfosis

Era un cautivo beso enamorado
de una mano de nieve, que tenia
la apariencia de un lirio desmayado
y el palpitar de una ave en la agonia.
       Y sucedió que un día,
       aquella mano suave
       de palidez de cirio, de languidez de lirio,
       de palpitar de ave,
Se acerco tanto a la prisión del beso,
que ya no pudo más el pobre preso
y se escapo; más, con voluble giro,
huyó la mano hasta el cojín lejano,
y el beso que volaba tras la mano,
rompiendo el aire, se volvió suspiro.
                                                         Luis G. Urbina


 

 SOMNIS

Si tingués les robes brodades del paradís,
guarnides d'or i llum d'argent.
Les robes blaus, tènues i fosques
de la nit i de la llum i de la mitja llum,
estendria les robes sota els teus peus.

Però jo, pobre com sóc,
nomès tinc els meus somnis;

He estès els meus somnis sota els teus peus;
camina suament perquè camines
sobre els meus somnis.
                                                                               YEATS 

RIMAS

Del salón en el ángulo oscuro
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormida en sus cuerdas,
como pájaro duermo en sus ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarla!

¡Ay!, pensé; cuantas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: "¡Levántate y anda!".

****************
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía?, ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú


******************
Por una mira, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... ¡yo no sé
qué te diera por un beso!

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Los suspiros són aire, y van al aire.
Las lágrimas son agua, y van al mar.
Dime mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú dónde va?
                                                                      Gustavo Adolfo Becquer 

 

Era un jardín sonriente

Era un jardín sonriente;                              
era una tranquila fuente de cristal;
era,  a su borde asomada,  
una rosa inmaculada
de un rosal.

Era un viejo jardinero
que cuidaba con esmero
del vergel,
y era la rosa un tesoro
de más quilates que el oro
para él.

A la orilla de la fuente
un caballero pasó,
y la rosa dulcemente
de su tallo separó.
Y al notar el jardinero
 que faltaba en el rosal,

Cantaba así plañidero,
receloso de su mal:
  -Rosa, la más delicada
que por mi amor cultivada
nunca fué;
rosa la más encendida,
la más fragante y pulida,
que cuidé;
blanca estrella, que del cielo
cariñosa de ver el suelo
resbaló;
a la que una mariposa
de mancharla temerosa
no llego;
¿Quién te quiere? ¿Quién te llama
Por tu bien o por tu mal?
¿Quién te llevó de la rama,             
que no estás en tu rosal?

¿Tú no sabes que es grosero
el mundo? ¿Qué es traicionero
el amor?
¿Que no se aprecia en la vida
la pura miel escondida
en la flor?
¿Bajo, que cielo caíste?
¿A quién tu tesoro diste
virginal?
¿En qué manos te deshojas?
¿Qué aliento quema tus hojas
infernal?
¿Quién te cuida con esmero
como el viejo jardinero
te cuidó?
¿Quién por ti sola suspira?
¿Quién te quiere? ¿Quién te mira
 como yo?
¿Quién te miente que te ama
con fe y con ternura igual?
¿Quién te llevó de la rama,             
que no estás en tu rosal?
¿Por qué te fuiste tan pura
de otra vida a la ventura
o al dolor?
¿Qué faltaba a tu recreo?
¿Qué a tu inocente deseo
           soñador?
En la fuente limpia y clara
espejo que te copiara,
          ¿no te di?
Los pájaros escondidos,
¿no cantaban en sus nidos
          para tí?
Cuando era el aire de fuego,
¿no refresqué con mi riego 
          tu calor?

¿No te dio mi trato amigo
en las heladas abrigo 
          protector?
Quién para sí te reclama,
¿te hará bien o hará mal?
¿Quién te llevó de la rama,
que no estás en tu rosal?

Así un día y otro día,
entre espinas y entre flores,
el jardinero plañia
imaginando dolores,
desde aquel en que a la fuente
un caballero llegó,
y la rosa dulcemente 
de su tallo separó.                                            Serafin y Joaquin Alvarez Quintero